El túnel
Pasé una época de mi juventud en casa de unas tías
A raíz de la muerte de un señor íntimamente ligado a ellas
Cuyo fantasma las molestaba sin piedad
Haciéndoles imposible la vida.
En el principio yo me mantuve sordo a sus telegramas
A sus epístolas concebidas en un lenguaje de otra época
Llenas de alusiones mitológicas
Y de nombres propios desconocidos para mí
Varios de ellos pertenecientes a sabios de la antigüedad
A filósofos medievales de menor cuantía
A simples vecinos de la localidad que ellas habitaban.
Abandonar de buenas a primeras la universidad
Romper con los encantos de la vida galante
Interrumpirlo todo
Con el objeto de satisfacer los caprichos de tres ancianas histéricas
Llenas de toda clase de problemas personales
Resultaba, para una persona de mi carácter,
Un porvenir poco halagador
Una idea descabellada.
Cuatro años viví en El Túnel, sin embargo,
En comunidad con aquellas temibles damas
Cuatro años de martirio constante
De la mañana a la noche.
Las horas de regocijo que pasé debajo de los árboles
Tornáronse pronto en semanas de hastío
En meses de angustia que yo trataba de disimular al máximo
Con el objeto de no despertar curiosidad en torno a mi persona,
Tornáronse en años de ruina y de miseria
¡En siglos de prisión vividos por mi alma
En el interior de una botella de mesa!
Mi concepción espiritualista del mundo
Me situó ante los hechos en un plano de franca inferioridad:
Yo lo veía todo a través de un prisma
En el fondo del cual las imágenes de mis tías se entrelazaban como hilos vivientes
Formando una especie de malla impenetrable
Que hería mi vista haciéndola cada vez más ineficaz.
Un joven de escasos recursos no se da cuenta de las cosas.
Él vive en una campana de vidrio que se llama Arte
Que se llama Lujuria, que se llama Ciencia
Tratando de establecer contacto con un mundo de relaciones
Que sólo existen para él y para un pequeño grupo de amigos.
Bajo los efectos de una especie de vapor de agua
Que se filtraba por el piso de la habitación
Inundando la atmósfera hasta hacerlo todo invisible
Yo pasaba las noches ante mi mesa de trabajo
Absorbido en la práctica de la escritura automática.
Pero para qué profundizar en estas materias desagradables
Aquellas matronas se burlaron miserablemente de mí
Con sus falsas promesas, con sus extrañas fantasías
Con sus dolores sabiamente simulados
Lograron retenerme entre sus redes durante años
Obligándome tácitamente a trabajar para ellas
En faenas de agricultura
En compraventa de animales
Hasta que una noche, mirando por la cerradura
Me impuse que una de ellas
¡Mi tía paralítica!
Caminaba perfectamente sobre la punta de sus piernas
Y volví a la realidad con un sentimiento de los demonios.
The tunnel
In my youth I lived for a time in the house of some aunts
Following the death of a gentleman with whom they had been intimately connected
Whose ghost tormented them without pity
Making life intolerable for them.
At the beginning I ignored their telegrams
And their letters composed in the language of another day,
Full of mythological allusions
And proper names that meant nothing to me
Some referring to sages of antiquity
Or minor medieval philosophers
Or merely to neighbors.
To give up the university just like that
And break off the joys of a life of pleasure,
To put a stop to it all
In order to placate the caprices of three hysterical old women
Riddled with every kind of personal difficulty,
This, to a person of my character, seemed
An uninspiring prospect,
A brainless idea.
Four years, just the same, I lived in The Tunnel
In the company of those frightening old ladies,
Four years of uninterrupted torture
Morning, noon, and night.
The delightful hours that I had spent under the trees
Were duly replaced by weeks of revulsion,
Months of anguish, which I did my best to disguise
For fear of attracting their curiosity.
They stretched into years of ruin and misery.
For centuries my soul was imprisoned
In a bottle of drinking water!
My spiritualist conception of the world
Made me feel utterly inferior when facing the facts:
I saw everything through a prism
In the depths of which the images of my aunts intertwined like living threads
Forming a sort of impenetrable chain mail
Which hurt my eyes, making them more and more useless.
A young man of scanty means doesn't know what's going on
He lives in a bell jar called Art
Or Lust or Science
Trying to make contact with a world of relationships
That only exist for him and a small group of friends.
Under the influence of a sort of water vapor
That found its way through the floor of the room
Flooding the atmosphere till it blotted out everything
I spent the nights at my work table
Absorbed in practicing automatic writing.
But why rake deeper into this wretched affair?
Those old women made a complete fool of me
With their false promises, with their weird fantasies,
With their cleverly performed sufferings.
They managed to keep me enmeshed for years
Making me feel obliged to work for them:
Agricultural labors,
Purchase and sale of cattle,
Until one night, looking through the keyhole
I noticed that one of my aunts-
The cripple!-
Was getting about beautifully on the tips of her toes,
And I came to, knowing I'd been bewitched.
Translated by W.S. Merwin
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