Destino
Matamos lo que amamos. Lo demás no ha estado vivo nunca. Ninguno está tan cerca. A ningún otro hiere un olvido, una ausencia, a veces menos. Matamos lo que amamos. ¡Que cese ya esta asfixia de respirar con un pulmón ajeno! El aire no es bastante para los dos. Y no basta la tierra para los cuerpos juntos y la ración de la esperanza es poca y el dolor no se puede compartir.
El hombre es animal de soledades, ciervo con una flecha en el ijar que huye y se desangra.
Ah, pero el odio, su fijeza insomne de pupilas de vidrio; su actitud que es a la vez reposo y amenaza.
El ciervo va a beber y en el agua aparece el reflejo de un tigre. El ciervo bebe el agua y la imagen. Se vuelve —antes que lo devoren— (cómplice, fascinado) igual a su enemigo.
Damos la vida sólo a lo que odiamos.
Destiny
We kill that which we love. The rest was never alive. No one is as close to us. No other is so hurt by forgetfulness, an absence, a mere nothing. We kill that which we love. An end to the asphyxia of breathing with another’s lungs! The air isn’t sufficient for the two of us, nor the earth for our bodies entwined. The dose of hope is small and sorrow cannot be shared.
Man is made of solitudes, a deer in flight, bleeding, its loins pierced by an arrow.
Ah, but hatred its insomniac fixity of glass: repose and menace combined.
The deer inclines its head to drink, discovers a tiger’s image in the water. The deer drinks the water and its image. It becomes (before it is devoured—astonished accomplice—) equal to its enemy.
We give life only to what we hate.
Translation by Julian Palley Etiquetas: Rosario Castellanos |