Rima LXXIV. Las ropas desceñidas...
Las ropas desceñidas, desnudas las espadas, en el dintel de oro de la puerta dos ángeles velaban.
Me aproximé a los hierros que defienden la entrada, y de las dobles rejas en el fondo la vi confusa y blanca.
La vi como la imagen que en un ensueño pasa, como un rayo de luz tenue y difuso que entre tinieblas nada.
Me sentí de un ardiente deseo llena el alma; ¡como atrae un abismo, aquel misterio hacía si me arrastraba!
Mas, ¡ay!, que de los ángeles parecían decirme las miradas: "¡El umbral de esta puerta sólo Dios lo traspasa!"
Rhyme LXXIV. Their robes undone...
Their robes undone, naked their swords, on the golden lintel of the door two angels stood guard.
I approached the ironwork that defended the entrance, and right behind those twin bars I saw her hazy and white.
I saw her like an image that happens in a dream, like a ray of light tenuous and diffuse swimming between darknesses.
I felt an ardent desire fill my soul; like an abyss attracts, that mystery tugged at me!
But more, ay!, the angels' glances seemed to tell me: "The threshold of this door only God may cross!"
Translated by H. LandmanEtiquetas: Gustavo Adolfo Bécquer |